Durante el proceso de creación de mi segundo, y hasta ahora último disco, “Hechopolvo”; fueron unas cuantas las instrumentales que realicé para grabar sobre ellas. Finalmente, sólo fueron 18 las elegidas (15 para las canciones, más 3 que pondría como outro de éstas). Muchas otras instrumentales se quedaron solas, haciéndome ojitos, deseosas de recibir amor. Pero a pesar de que aprecié a cada una de ellas, decidí no darles uso y guardar su traje de nupcias en un rincón de mi casa. Tiempo después, rebuscando entre los cajones de la ropa sucia; me las encontré tal cual las dejé. Con esa mirada que reflejaba deseo y a la vez soledad. Con el traje de novia puesto, pero sin anillo de compromiso; sin pretendiente ni prometido. Las miré bien y pensé para mis adentros: “'¡Maldita sea!, sois unas chicas encantadoras y no merecéis esto... yo os voy a conseguir alguien que os ame y que pueda consumar ese acto del amor con vosotras”. Enseguida les cambió la cara y la felicidad poseyó sus rostros. Estas pobres maduritas, facturadas entre el 2005 y el 2008, sólo desean encontrar la pareja que en su día no tuvieron; quizá porque no se toparon con esa persona con la idea adecuada en el momento oportuno. Ellas sólo quieren ser correspondidas para no caer en el agujero negro del olvido. Ellas quieren tu devoción y tu cariño. Ellas son “Las Solteronas”. ¡Ámalas!.