Voragine - Zalo Solo
Vorágine es una correntada que se destapa cada vez que el espíritu se asoma en palabras -que median imprecisamente entre el desasosiego y las ideas- que podrán ser o no las más acertadas, las más prolijas, pero las emociones no saben de diccionarios o de modales, solo empujan hacia adelante, moviéndose, chocando. Visceral, sin dejar tiempo a reflexiones, porque esas consideraciones fueron repasadas un millón de veces antes de ser violentamente expectoradas. No hay dubitaciones. No hay manos que tiemblen. Solo cabe la vorágine firmeza, que no pide permiso, que todo lo había esperado con desmedido timing; hoy viola mordazas y bozales. Como si su turno hubiese sido ignorado, y regresa con reclamos justificados, con atropellada sed de honesta expresión. Vértigo. Desquite. Competición. ¿Qué no decir de los ritmos? El perfecto marco para contener lo irreprimible. Pareciera que se busca expandir límites, subir el nivel, también musicalmente: nos vemos introducidos en un nuevo mundo, como bien saben hacer los DJs de la cultura. Fondo y forma. Contenido y guerra.